domingo, 15 de agosto de 2010

2.5. Positivismo y reacción globalista

Clase del 30 de septiembre de 2011




Escrito originalmente en 1999. Surge la siguiente pregunta:
¿En qué consiste la crítica de Husserl al positivismo?
El positivismo científico está basado en la aplicación de los pasos del método científico para la investigación en las ciencias naturales, lo que no se comprobara por este método, era considerado no científico. 
Es innegable que esto fue un gran aporte de Descartes al desarrollo de la ciencia y la tecnología. El método científico funciona muy bien en el ámbito de las ciencias naturales (física, química, biología, entre otras), debido a su rigurosidad, sin embargo, su aplicación a las ciencias sociales, ha originado la deshumanización del individuo. Las primeras aplicación del método científico se sucedieron en la psicología, y de allí nace el conductismo (los experimentos de Pavlov y Skinner) cuyo descubrimiento fue que la conducta del hombre  también era manipulable, encerrada en estímulos y respuestas.
La crítica de Husserl nace precisamente aquí, él nos dice que no se puede aplicar el método científico a las ciencias sociales, debido a la rigurosidad que este exige, y nada en el ámbito de estas ciencias, ocurre exactamente y de forma repetitiva, caso contrario a los fenómenos de las ciencias naturales. El método científico en las ciencias sociales, cosifica al hombre (lo toma como una cosa más, y no lo concibe como un ser), y esta cosificación viola el "mundo de la vida", es decir, la interioridad humana, su subjetividad.
Husserl acusa a la "positivización de las ciencias", como la principal causa de la crisis de la modernidad y en respuesta de esto, surge la fenomenología, constituida a partir de las funciones de la subjetividad humana: vivencias, experiencias, es decir, participantes de hechos sociales, y ve la salida de la crisis, la solución, en una "renovación del sentido moral de la sociedad con base en la educación".

2.5. El positivismo y reacción globalista


En sentido amplio, el positivismo es la escuela filosófica según la cual todo conocimiento, para ser genuino, debe basarse en la experiencia sensible. El progreso del conocimiento sólo es posible con la observación y el experimento y, según esta exigencia, se debe utilizar el método de las ciencias naturales. La pretensión de algunos filósofos de buscar conocimientos por medio de especulaciones metafísicas son intentos perdidos, si bien la filosofía debería tener como única tarea la de hacer comprensibles los métodos de las ciencias naturales y desarrollar, además, las concepciones generales que se derivan de las resultados de las diferentes ciencias particulares.

Francis Bacon (1561 - 1626), que puede ser llamado el padre de la escuela, a la cual dio su nombre, sostiene que los filósofos no deben buscar más allá “de los límites de la naturaleza”. Hay hechos que deben ser abordados sin ninguna concepción previa y algunos de esos hechos -hechos positivos- deben ser aceptados “por la fe en la experiencia“. Saint - Simon aplica la palabra “positivo” a las ciencias que se basan en “los hechos que han sido observados y analizados”.

Augusto Comte (1798 - 1857) -tal vez el autor más identificado con esta escuela- destacó el término ya acuñado en el título de su obra principal Curso de filosofía positiva (l830 - 1842) para poner de relieve que la función de la teoría consiste en coordinar los hechos observados por las ciencias y de ninguna manera buscar las causas de su ocurrencia.

“La posición central de Comte se caracteriza por su manifiesta aversión al espiritualismo metafísico y religioso y su admiración por los poderes y realizaciones exhibidos por el pensamiento científico. En este sentido, y de manera que lo acerca fuertemente al tipo de postura asumida por Francis Bacon en el siglo XVII, el interés principal de Comte no consiste en elaborar un nuevo sistema filosófico, sino en promover una profunda reforma social. En cuanto tal reforma requiere de una radical transformación intelectual, Comte desarrolla su posición positivista.

Tal concepción destaca la importancia del espíritu científico en la sociedad: para Comte, las diferentes ciencias representan una alternativa de conocimiento de carácter unitario. Esta unidad que, más allá de las diferencias, observa las diferentes disciplinas científicas, está asegurada por el apego de todas ellas al método científico. La unidad del método asegura la unidad de la ciencia.

Comte busca aplicar al campo de la actividad humana el método científico de tal manera que se pueda generar un tipo de conocimiento sobre el hombre y la sociedad con la solidez de lo obtenido en las ciencias naturales: en este intento, insiste en la primacía del concepto de proceso y se preocupa, de manera particular, por ofrecer una explicación científica sobre los procesos históricos. El objetivo de Comte es descubrir las leyes que explican el devenir histórico”.

Rafael Echeverría. El búho de Minerva. Introducción a la filosofía moderna. 1988, pág. 113.

Respecto del objetivo buscado por Comte debe recordarse su ley de “los tres estadios”. Después de los estadios teológico y metafísico vendría el estadio positivo o científico en el cual se sustituyen las explicaciones metafísicas por las explicaciones propiamente científicas.

El pensamiento de Comte ejerció una importante influencia en las concepciones metodológicas de Emile Durheim, en el campo de la sociología.

El positivismo lógico

El positivismo lógico, conocido también como empirismo lógico, es la corriente surgida a fines del decenio de 1920, y cuyos principales representantes se agruparon en el llamado Círculo de Viena: Schlick, Carnap, Neurath, Frank, Kauffman, Gödel y otros. Su posición básica se funda en el neopositivismo de Mach, Pearson y de algunos empiristas ingleses, como Hume. Posteriormente, recibieron la influencia de Wittgenstein.

El núcleo del positivismo lógico está constituido por un empirismo total, apoyado en los recursos de la lógica moderna, una alta valoración de la ciencia, un rechazo también total a la metafísica y al propósito de unificar el lenguaje de las diferentes ciencias con un denominador común en el lenguaje de la física (fisicalismo).

Para esta escuela, una proposición sólo tiene sentido si se apoya en un modo efectivo de verificación. Como dicen: .El significado de una proposición es su modo de verificación.. Las proposiciones que no se apoyan en un modo de verificación por la experiencia, de manera sensible, no pueden ser verdaderas ni falsas. Por lo tanto, solo las proposiciones empíricas son auténticas proposiciones. Como los enunciados de la metafísica no pueden ser probados por la experiencia, son “pseudoproposiciones” o proposiciones sin sentido, sin significado.

Una característica importante del Círculo de Viena es su apoyo en la lógica moderna. Sus trabajos se exponen con todo rigor con el propósito de eludir la ambigüedad. En esta regla radica su aporte a la expresión más clara de los contenidos del trabajo científico.

La influencia del positivismo lógico es clara en la metodología cuantitativa de las ciencias sociales y, en particular, en investigadores como Paul Lazarsfeld, Herbert Hyman, Raymond Boudon y un gran número de sus seguidores.

Clase del 3 de octubre de 2011

Para hacer una integración de estas ideas lee el siguiente alticulo: Critica al positivismo metodológico (pags. ) en el siguiente link: http://www.unacar.mx/contenido/difusion/acalan47pdf/contenido.pdf


Referencia consultada:

Ortega, R. Crítica al positivismo metodológico. Revista Acalan no. 47. Recuperado el 27 de junio de 2011 de: http://www.unacar.mx/contenido/difusion/acalan47pdf/contenido.pdf




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